28 sept 2025

Artierda, Urdués de Lerda ( compartida con el club Aire libre)

 

Artieda a Urdués: Una Aventura Acuática en el Camino Aragonés







¡Menudo día de montaña y compañerismo vivimos este fin de semana! Desde nuestro club, y en una emocionante actividad compartida con los amigos del club Aire Libre, nos lanzamos a recorrer un tramo del Camino Aragonés de Santiago, concretamente el trayecto que une Artieda con Urdués de Lerda.

La mañana comenzó con la vista puesta en el cielo... y la verdad es que pintaba inquietante. La previsión de lluvia era muy alta, y todos sabíamos que en este tipo de jornadas, la naturaleza siempre tiene la última palabra. Aun así, la energía del grupo era fantástica y salimos con el optimismo por bandera.


El camino no tardó en ofrecernos postales espectaculares. Tras dejar atrás Artieda, llegamos a Ruesta, ese pueblo que te transporta a otra época. Pasear junto a su magnífico castillo medieval, aunque un tanto deteriorado por el tiempo y, seamos sinceros, por la dejadez administrativa, siempre te deja sin aliento. Es una pena verlo así, pero su belleza decadente es innegable.


Entre el Asfalto, el Bosque y el Diluvio

El recorrido fue de contrastes. Combinamos tramos de carretera con un maravilloso paseo por un bosque denso y sombrío, un auténtico manto verde. Nos adentramos entre quejigos, pinos y musgo, disfrutando de ese ambiente húmedo y fresco que tanto agradecen los sentidos. Desde allí, las vistas al embalse de Yesa eran una constante, aunque en estas fechas los niveles bajos de agua eran un recordatorio más de lo caprichosa que es la climatología.

Todo iba sobre ruedas, disfrutando de la  conversación y el paisaje, hasta que llegamos a la mitad del recorrido. Los augurios del cielo se hicieron, por fin, realidad.

En plena subida, una auténtica tromba de agua nos pilló de lleno. No se anduvo con rodeos. Tuvimos que sacar los chubasqueros a toda prisa, sin un solo sitio donde guarecernos, y con la sensación de estar protagonizando nuestra propia película de aventuras bajo la lluvia.


Meta Empapada, Corazón Contento

A pesar del chaparrón, la moral del grupo nunca decayó. Mojados hasta los huesos pero con una sonrisa (y un poco de barro), seguimos la marcha. El destino era Urdués de Lerda, y por suerte, al llegar, el cielo decidió darnos una tregua y comenzó a aclarar.

Una vez en Urdués, nos dimos el merecido descanso. Momento de reponer fuerzas con la comida y un refrigerio que, después de la ducha natural, supo a gloria.

Dimos por concluido así este precioso y, por qué no decirlo, memorable tramo del Camino de Santiago. La lluvia fue el ingrediente inesperado que convirtió una simple ruta en una aventura compartida que, sin duda, ¡recordaremos!




















6 sept 2025

Basaran, Escartin por el puente D' as Cabras

 


Ruta al Sobrepuerto: Bergua, Escartín y el Puente d'as Cabras

La magia de los Pirineos aragoneses siempre nos llama, y este fin de semana la respuesta fue una inmersión en la historia y la naturaleza del Sobrepuerto. Nuestra aventura, una ruta circular que une los pueblos abandonados de Bergua, Escartín y Basarán, fue una de esas experiencias que te recuerdan por qué amamos la montaña.


Un cambio de planes por culpa del tiempo

Nuestra planificación inicial marcaba el domingo 7 como el día de la excursión, pero la previsión meteorológica nos dio un aviso: lluvias y fuertes vientos se acercaban a la zona. Para no quedarnos con las ganas, decidimos adelantar la salida al sábado 6, y fue una decisión más que acertada. Salimos temprano, con un sol radiante que nos acompañó durante todo el recorrido y un ambiente perfecto para caminar.


Un recorrido por la historia

La ruta, de aproximadamente 14 kilómetros y un desnivel de 600 metros, nos llevó por paisajes de ensueño. Comenzamos en el pintoresco pueblo de Bergua para adentrarnos en un frondoso bosque que nos conduciría a un lugar emblemático: el Puente d'as Cabras. Este puente medieval, que cruza el barranco de Forcos, es una verdadera joya de la arquitectura tradicional.

Tras cruzarlo, el camino ascendió entre senderos bien marcados hasta las ruinas de Escartín. Paramos un rato para explorar sus casas de piedra, imaginando la vida de quienes las habitaron. Las vistas desde aquí son espectaculares. El último tramo nos llevó a Basarán, otro pueblo abandonado que parece detenido en el tiempo, con su iglesia de estilo románico como testigo mudo de un pasado de esplendor.


Un éxito para todo el equipo

A pesar de los desafíos del terreno, la ruta fue satisfactoria para todos los integrantes del grupo. No hubo percances y el compañerismo fue la clave para disfrutar al máximo. Las risas, el sonido del río y el silencio de los pueblos abandonados se mezclaron en un día inolvidable. Al final del recorrido, todos teníamos una sensación de logro y la certeza de que el esfuerzo había merecido la pena ¡Nos vemos en el próximo camino!.