Senda a la Fuente y Chorro de Fornos desde Badaín: Un Oasis de Frescor en el Pirineo
Hoy nos calzamos las botas para explorar una joya escondida en el corazón del Pirineo Aragonés: la ruta lineal que nos lleva desde el pintoresco pueblo de Badaín hasta la refrescante Fuente y el espectacular Chorro de Fornos.
Nuestra aventura comienza en Badaín, donde dejamos atrás la tranquilidad de sus calles para adentrarnos en un sendero que,
en sus primeros compases, comparte trazas con el conocido GR-15. Pronto, el camino nos abraza con la promesa de naturaleza viva, guiándonos hacia las Fuentes de Fornos.
La senda serpentea a través de un bosque encantador, donde la luz del sol apenas se filtra a través de la densa cubierta de pinos y majestuosas hayas. Esta sombra constante nos acompaña durante casi todo el recorrido, manteniendo una temperatura agradable incluso en los días más cálidos y regalándonos una vegetación de un verde intenso y brillante, palpable gracias a la humedad que reina en el ambiente.
En nuestro avance, sorteamos un primer obstáculo cruzando un puente que salva un barranco seco. Aunque hoy su lecho esté árido, la orografía del terreno nos hace imaginar la fuerza con la que el agua debe descender por aquí en épocas de lluvia o deshielo. Poco después, la ruta nos lleva a cruzar otro puente, esta vez sobre las frescas aguas del río Irués, cuyo murmullo constante se convierte en una agradable banda sonora de nuestra caminata.
El sendero, bien definido en su mayor parte, nos presenta también algunos tramos donde la seguridad es primordial. En estos puntos, encontramos dos pasos asegurados con cuerdas a modo de pasamanos, una ayuda bienvenida para progresar con confianza sobre el terreno, especialmente si éste se encuentra algo resbaladizo.
Finalmente, tras una caminata inmersos en este edén sombreado, llegamos al punto álgido de nuestra excursión: la zona de la Fuente y el imponente Chorro de Fornos. Aquí, el agua brota con fuerza de la roca en múltiples nacimientos, para luego precipitarse en una cascada vigorosa y refrescante.
Este entorno idílico, a mitad de nuestro recorrido, se convierte en el escenario perfecto para una merecida parada. Sacamos nuestras cámaras para capturar la belleza del lugar, inmortalizando la fuerza del chorro y el verdor que lo rodea con fotos y vídeos. Aprovechamos también para disfrutar de un merecido bocadillo, recuperando energías antes de emprender el camino de vuelta.
Con la satisfacción de haber disfrutado de este rincón mágico del Pirineo, comenzamos el retorno por el mismo sendero, reviviendo los paisajes sombreados y los cruces de puentes que nos acompañaron en la ida. Así, damos por finalizada esta agradable y accesible ruta a la Fuente y Chorro de Fornos desde Badaín, un verdadero regalo para los amantes de la naturaleza y el senderismo tranquilo.
Nos vemos en la próxima