¡Fin de Semana de Convivencia en Pineta: Aventura y Compañerismo!
Los pasados días 24 y 25 de mayo, nuestro club celebró su segunda jornada de convivencia en un entorno inmejorable: el Refugio de Pineta, enclavado en el impresionante valle que lleva su nombre. Fue un fin de semana lleno de actividades, compañerismo y, sobre todo, mucha montaña.
Sábado: Calentando Motores en el Corazón del Valle
A lo largo del sábado, los participantes fueron llegando escalonadamente al refugio, creando un ambiente de expectación y alegría. Por la mañana, los más impacientes ya estaban calentando motores, explorando los alrededores. Por la tarde, con el equipo ya al completo y una vez instalados, se hizo el reparto de las camisetas conmemorativas, diseñadas especialmente para la ocasión. Fue el momento perfecto para repasar el programa de actividades y compartir risas mientras disfrutábamos de unos refrescos.
Pronto, el llamado de los guardas del refugio nos anunció que la cena estaba lista. ¡Y qué cena! Una rica y abundante comida deleitó nuestros paladares, recargando energías para la jornada siguiente. Después de la velada, tocaba irse a dormir temprano, pues el domingo
prometía ser intenso.
Domingo: Explorando Pineta desde Diferentes Perspectivas
El domingo amaneció con el plan establecido y la energía renovada. Los grupos se organizaron para aprovechar al máximo las maravillas de Pineta:
Los "machacas" al Balcón de Pineta: El grupo más intrépido se lanzó a la ascensión al Balcón de Pineta, que aún conservaba una buena cantidad de nieve. El esfuerzo valió la pena: las vistas eran simplemente increíbles, abarcando todo el valle en su longitud, cortado por el majestuoso río Cinca, que se nutre del agua de la imponente cascada.- Aventura en BTT (con respeto al entorno): Nuestros ciclistas de BTT, conscientes de que nos encontramos en un Parque Natural y de las restricciones para circular en bicicleta en casi la totalidad de los caminos, tuvieron el desafío de buscar rutas alternativas y respetuosas con el entorno. Su objetivo: disfrutar de la bicicleta sin degradar los senderos. ¡Todo un ejemplo de sostenibilidad!
- Tranquilidad en el bosque mágico: Finalmente, el resto de amigos optó por una opción más relajada y se internó en uno de los innumerables senderos que serpentean por el bosque de hayas y abetos. La presencia de musgo y helechos delataba la humedad y frescura que emana de este lugar, un verdadero refugio y alivio en los días de calor.
A la hora acordada, todos los grupos se reagruparon para disfrutar de una merecida comida en un restaurante reservado para la ocasión. Con las ricas
viandas ya degustadas y el espíritu renovado, dimos por clausurado un fin de semana exitoso, lleno de naturaleza, deporte y el inestimable compañerismo que nos une en el club.