Bajo el cielo azul de la Selva de Oza, el Club Montaña Utebo celebraba su décimo aniversario con una alegría que resonaba entre las montañas. Algunos miembros de la junta y fundadores del Club, se desplazaron el sábado por la mañana hasta el camping de la Selva de Oza, hay que tener todo preparado para recibir al resto de socios que se van incorporado a lo largo de la tarde, una vez dada la bienvenida e instalar a todo el mundo en las correspondientes literas se les obsequia con camisetas conmemorativas diseñadas para la ocasión, símbolos de una década de aventuras compartidas. El domingo amaneció con risas de niños y el murmullo de los preparativos para la caminata. La ruta, diseñada para ser un paseo entre amigos más que un desafío, llevó a todos, jóvenes y mayores, a través de senderos perfumados de pino hasta el río, donde las risas se mezclaban con el chapoteo de los pies cruzando las aguas cristalinas. Mientras Tete seguía su ritmo incansable en la distancia y los ciclistas trazaban su camino entre curvas y cuestas, todos sabían que el verdadero encuentro sería al mediodía, cuando las historias y las anécdotas de una década se entrelazarían en una comida que sabía a gratitud. Salud y montaña, el brindis que sellaba el compromiso de muchos más años de camaradería y naturaleza.
