Llegamos a Huesa demasiado pronto para poder tomar café en el Bar Tolo y temprano como para empezar a subir por las piedras, pero el día estaba gris y quizás debíamos aprovechar antes de que se pusiese a llover.
Total, que nos pusimos los aperos y nos echamos al lío, hacía la primera vía ferrata, la del castillo de Peñaflor.
Esta vía es ideal para iniciación. Se van encadenando tramos mas o menos verticales, sin dificultad salvo la necesidad de algún paso largo que se puede solventar con apoyos en la roca. En general sencilla, que cuando le vas cogiendo el 'tranquillo' se acaba.
Y así, se llega al castillo.
Como parece que la lluvia aguantaba y un poco más entrado el día, un grupo se fue a probar con las vías de escalada de la sector de la cueva, otros se dirigieron a la segunda ferrata y un par de ellos se pusieron a preparar las brasas. Organización.
La segunda vía ferrata, la de Amadeo, es un poco más complicada por una placa ligeramente desplomada y que exige tirar algo más de brazos. El resto, similar a la anterior.
Y como no solo de escalada vive el hombre, recuperar fuerzas y charla entre amigos.
Una bonita y variada jornada.
¡¡Gracias por su acogida a la gente de Huesa!!
Hasta la próxima !!