El domingo pasado, el club se sumergió en un cuento de invierno en Yebra de Basa. La ruta de las ermitas nos condujo a través de un paisaje blanco y silencioso. Un arduo y continuo ascenso nos lleva de ermita a ermita, todas ellas roqueñas, siendo las mas espectaculares la de S. Cornelio y la Cueva, por estar literalmente enclavada entre pares de de piedra y sobre la que se precipita una gran cascada denominada la del Chorro, donde la naturaleza nos regaló un espectáculo único. La pradera de Santa Orosia, cubierta de un manto de nieve, fue nuestro escenario para un merecido descanso. Mientras el sol acariciaba nuestras caras, dos compañeros se adelantaron para hacer el ascenso a Punta Oturia, dejando una huella imborrable en la nieve. Mientras el resto del grupo tomamos un refrigerio para coger fuerzas. Nuestros ciclistas, con su energía inagotable, completaron el cuadro, demostrando que hasta las bicicletas pueden convertirse en vehículos todo terreno, tomando par su ascenso y retorno una pista habilitada por los lugareños para las roñería anual en la festividad local.
Ya con todo el equipo reagrupado toca descender hasta los coches, con la satisfacción de haber completado otra nueva aventura.