Os dejamos unas imágenes que hablan por si solas.
Los protas del evento.
Este barranco requiere de subir un cuestón tras otro sin interrupción para superar 450 metros y entrar al cauce.
Primer chapuzón con agua muy fria.
Se podía hacer como tobogán, pero mejor hacerlo asistido por la cuerda.
Preparando el próximo rapel.
El caudal continuo solo para refrescar, no plantea ninguna dificultad.
Impresionante balcón en la cabecera del rapel de 70 m.
Un tramo, que se acaba haciendo largo, de senderismo fluvial para llegar al segundo tramo vertical.
Que satisfacción nos producen estas actividades.
Una pasada.
Hasta la próxima !!