25 mar 2017

Peracense_19-03-2017

Después de haber retrasado la salida, ha sido este fin de semana cuando nos hemos juntado para ir hasta la provincia de Teruel a unos 150 km a la localidad de Peracense.

La idea es subir al mirador de San Ginés, ir hasta el pueblo de Rodenas y de regreso visitar el castillo.

Llegamos al pueblo que a esa hora parece no haberse despertado. Se aprecia el frío propio de estas tierras, no en vano estamos a casi 1.300 m.

Nada más empezar se aprecia la joya de la zona, el castillo de Peracense que veremos desde todos los ángulo a lo largo de la ruta.

Empezamos en dirección sur, hacía la vía del tren, pero ya desde el principio se ven las marcas de GR-24 que seguiremos durante la mayor parte de la ruta.




En principio por pista, en mejor estado que la carretera por la que hemos llegado, vemos siempre significativo el cerro de San Ginés plantado de antenas.


Abandonamos la pista para afrontar el desnivel más significativo del día.


Esta es la primera panorámica que tenemos del castillo mimetizado y encajada en la piedra del rodeno.

Nos sorprendió encontrar algún nevero en las zonas umbrías pues ya hace tiempo que nevó por aquí, una muestra del frío que debe hacer.

En la cima una amplísima panorámica. Este cerro es el punto más elevado de sierra Menera (1.601 m) y permite divisar todo el entorno circundante mayormente llano.

Una imagen del sector femenino del grupo.

Aquí estamos todo el grupo !!!!!!



La ermita de San Ginés que le da nombre al sitio.




Aquí se ve una gran mole de roca, peña grande y al fondo el pueblo de Rodenas hacía donde iremos.

La bajada no estuvo exenta de polémica :-) deberíamos haber bajado por un cortafuegos en la dirección de Rodenas (oeste), pero las marcas de GR seguía una pista asfaltada que sube hasta el cerro(sur). Como esto era lo más evidente, entre charlas, bromas y demás fuimos bajando hasta que alguien intuyó que la dirección que llevábamos no era buena. Nuestro representante más intrépido opto por cruzar campo a través hasta interceptar el cortafuegos. Todo era una maraña de ramas secas, agudas, pinchudas e incómodas lo cual despertó toda una serie de aprecios y galanteos al ingenioso de la idea.
Un poco arañados, esfoliados y cabreados dimos con el camino correcto que bordea el pinar y pasa junto a peña grande. Luego en el pueblo nos enteramos que en esta piedra hay unos grabados curiosos de ver.




Detrás dejamos el pico, significativo desde cualquier punto.

Así vamos hasta Rodenas.



Primero una parada técnica, después habrá tiempo de visitar un pueblo curioso de ver.

Ahhh!! muy bueno el queso de este pueblo.

No dejéis de dar una vuelta hay varios ejemplo curiosos de arquitectura rural.
La iglesia                                                                                                  Los lavaderos navajos












Las capillas góticas                        
El aljibe
Varios palomares 




Seguimos nuestro deambular.

Son continuas las curiosas formaciones de piedra del Rodeno.


Así llegamos al castillo, la estrella de la ruta. Aquí hicimos mil y una fotos, os mostramos una cuantas.

Agradecer a la persona que controla la entrada su buena disposición para permitirnos la entrada. El horario de mañana acababa a las 14:00, eran las 14:15 estaba esperando que saliesen las personas que estaban dentro pero aun así nos permitió entrar con libertad para estar el tiempo que fuese necesario. ¡¡ GRACIAS !!










Muy fotogénico el castillo desde cualquier ángulo.



De nuevo la vía del tren

Una vez en Peracense toca reponer, no vaya a ser que perdamos algo.

Una bonita ruta y buena jornada.
Ahhh!! y no, no nos patrocina Ambar.

Hasta la próxima!!